EN MI FORMACIÓN COMO PERIODISTA TUVE EL AGRADO DE TENER A EXCELENTES PROFESORES. UNO DE ELLOS A QUIEN DEBO ESTE ARTÍCULO ES A PABLO LUCIO PAREDES Y SU SEMINARIO DE PERIODISMO ECONÓMICO. AUQNUE NO ESTÉ DENTRO DE LA ECONOMÍA LES INVITO A LEER ESTE ARTÍCULO DE OPINIÓN POR LA RAREZA ANECDÓTICA DE LA HISTORIA…
“La política no es más que un charco de mierda en el que solo algunos sapos aprenden a nadar” dijo un político retirado al perder las elecciones de concejal en Cuenca. Un político que prefiero no decir su nombre porque a diferencia de los sapos que si aprendieron a nadar este sapo se ahogó en el charco y sus últimos respiros los da en contra de la misma cocha que lo absorbía poco a poco. La creencia y la fe al menos malo o como dirían algunos patriotas al “menos pior” ha hecho de la biografía del ecuador una carrera de obstáculos que busca libertad a la antigua. Un Bolívar en el corazón opacado por un George Washington en el bolsillo ha sido la manivela tácita de un gobierno que con un manual leninista, mal escrito, ha tratado de manipular o bueno, de hacer que la “patria ya sea de todos”. Un acartonamiento de identidades confusas y más que nada un revelador quiebre de la potencia ciudadana ha sido el golpe por el que la “benévola” revolución ciudadana ha triunfado.
Un tinte Maquiavélico sostiene la mirada penetrante del emelecsista presidente, mandatario y- o-u dictador que nos somete a su solidaridad mostrándonos el lado bueno de su ley. Qué mejor que ser llamados “Gorditos horrorosos” porque estamos muy bien alimentados con el tan anhelado bono que cada día o cada mes Correíta nos concede a los que somos pobres. No hace falta decir que los que somos pobres ahora somos todos, porque la patria ya es de todos los que son pobres y como todos somos iguales todos somos pobres. Pero una élite quedó viva, una que no existía y que ahora se convierte en el círculo rosa de nuestro queridísimo Rafael que parece que su simpatía se queda en su física guapeza porque… “por idiotas como tú” o “bestias salvajes” o “pitufos” no creo que sea agradable ni para aquel ser humano que más acostumbrado esté.
Bueno pero como dicen, todos los modales de una persona son traídos desde la casa. Con razón, entonces ahora en vez de tener a un solo Correíta en cámara, su hermano Fabricio ha recogido la posición de oposición (valga la redundancia)… ahora él interpretando el papel de superman ha encontrado un puesto en la macabra vida pública para salvar a la patria y que ya no sea de todos. Pero con eso de que hasta la “Victoria Secret” como que ya se pasó de la raya queriendo ser el hombre show del espectáculo farandulero político ecuatoriano y nos seguimos preguntado… No será que hasta “la victoria siempre” nos trae algunos recuerditos macabros de un comunismo ligado a un: cha cha cha cha monstro del charco de al frente del ecuador??? Un monstruo verde de barba que dice ser luchador en pro de la isla??
Pero para aquellos que aun no lo saben además de un showman y un cuco politicón también tenemos nuevos personajes. Bueno, viejos personajes que ahora son mejores porque tienen nuevo nombre pero que para variar han llegado para cambiar y transformar al país. Asambleístas!!! Pero no era congreso lo mismo?? No!!... Como dijera nuestro querido “presitador” (nueva mezcla de presidente y dictador) “por idiotas como tu….” La verdad es que esta asamblea ahora es nuestro nuevo talón de Aquiles que cuidadito y se vaya a resquebrajar porque como todos estamos tan bien representados ahí nos podemos quebrar.
Unos dormiditos nos representan de noche, otros conversando de sus vacaciones en New York deben representarnos a los sueños inalcanzables del Ecuatoriano. Los que comen en media asamblea han de ser del grupo que nos representa en el almuerzo o en el desayuno o tal ves representan al niño que come una sola vez al día pero bueno, a algún gremio de la población ecuatoriana representarán. Y mientras tanto los ecuatorianos remuneramos la actuación circense de aquellos políticos que simplemente con cambiar de nombre creen merecerse aquello que ya se ha perdido en toda la nación… y que a la lejanía lo vemos inalcanzable pivoteando con marcas de plenitud y burla… el respeto y la fe.
Lo que nos queda es encontrar un espacito en ese charco del que hablábamos al principio para ver si sobrevivimos o nos ahogamos para volver a quejarnos de algo que no pudimos alcanzar y convertirnos en sapos. En sapos sí, pero sin ahogarnos.
